Durante la niñez y la adolescencia, las mujeres debido a patrones sociales y/o culturales que las excluyen y relegan a esferas privadas de la vida, pueden encontrarse en situaciones de vulnerabilidad, desventaja o abiertamente violentadas, con una enorme diferencia respecto de la experiencia de sus pares hombres, de la misma edad. Apartarlas de la escuela, y de otros lugares donde aprenden a tomar sus propias decisiones, puede contribuir a disminuir sus capacidades, tanto en su presente como en su futuro, afectando sus propias vidas, las de sus hijos y las de sus comunidades.
Brindar evidencia sobre las diferencias o brechas existentes entre hombres y mujeres, puede ayudarnos a tomar mejores decisiones públicas.
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