Abrió la ceremonia Valerie Julliand como Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala haciendo énfasis en la suerte de haber nacido en un mundo libre puesto que muchos de los presentes no habían nacido cuando se firmó el compromiso de contribuir a mantener la paz y la libertad hace 69 años.
“Las Naciones Unidas se fundaron creyendo en que el diálogo podría triunfar en la historia”. Las diferentes identidades de cada uno de los pueblos no serán motivo de discordia sino su unión será provocada por un destino común.
La honestidad, imparcialidad, integridad y la no discriminación son los valores fundamentales sobre los que se rige Naciones Unidas y su trabajo. Destacó que su labor junto a los Estados y sus sociedades es “promover la dignidad humana a través de los derechos humanos y el desarrollo”.
“La dignidad es lo que nos hace iguales, … iguales en derechos y libertades”. Julliand citó al humanista francés Comte-Sponville cuando dijo “no tenemos los mismos derechos porque somos iguales, sino que somos iguales porque tenemos los mismos derechos”.
El Sr. Carlos Raúl Morales, Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, destacó las diferentes etnias y grupos que conviven en Guatemala y su compromiso de respetar, promover, impulsar y no menoscabar los pueblos indígenas. Destacó que hoy se ponen en contacto culturas y etnias debido a la migración y a la mundialización. En Guatemala, las Naciones Unidas trabajan en la defensa de los derechos humanos ayudando al país a lograr un mayor desarrollo humano.
La Organización de Naciones Unidas lleva 50 años presente en Guatemala e inició su trabajo en un momento muy distinto al que vivimos hoy en día, luego las negociaciones de paz para poner fin a un conflicto armado con más de 30 años.
El Canciller Morales agradeció la extensa labor que Naciones Unidas lleva realizando desde hace 50 años en la República de Guatemala “promoviendo la paz y la igualdad y los compromisos adquiridos con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, para el desarrollo del país, asumidos en el año 2000”.
Es importante resaltar el agradecimiento por parte de la Coordinadora Residente hacia el resto de países que han ayudado a Guatemala y a todas las agencias y organismos especializados que constituyen la gran familia ONU en Guatemala. Resaltó también la hospitalidad del pueblo guatemalteco, el trabajo de las autoridades guatemaltecas y todos aquellos que “comparten nuestro sueño de libertad y paz”.
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