Los pueblos indígenas constituyen el 43.6% de la población total de Guatemala y, como muestra este estudio, es la población que enfrenta, en promedio, los mayores desafíos de bienestar en Guatemala. Los pueblos indígenas –como pueblos y como personas individuales– tienen derecho al goce pleno de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, reconocidos en la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el derecho internacional de los derechos humanos.
Además, los pueblos indígenas poseen derechos colectivos que son indispensables para su existencia, bienestar y desarrollo integral. Reconocer la diversidad étnica significa reconocer las dimensiones de la identidad de las personas y de las comunidades que conforman la población guatemalteca. Es por ello que, en un escenario pluricultural y multiétnico como el de Guatemala, es importante producir información que permita contar con un panorama nacional.
En Guatemala, el XII Censo Nacional de Población y VII de Vivienda, realizado en 2018, abre esa posibilidad al permitir analizar las características demográficas y de condiciones de vida de la población guatemalteca desde distintas perspectivas. Este censo, por primera vez, incorporó elementos de autoidentificación étnica y del nivel de discapacidad, entre las innovaciones más destacadas.
La consideración de elementos de autoidentificación étnica permite elaborar una caracterización sociodemográfica más adecuada de la situación de los pueblos indígenas en el país, e informar el proceso de diseño e implementación de políticas públicas.
Nuestras voces por nuestros derechos emprende el camino de esta caracterización. Es un trabajo fundamentalmente estadístico descriptivo que analiza la información del CENSO 2018 y la complementa con otras fuentes de datos oficiales, como la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (INEI) y la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil (ENSMI), que cuentan con elementos importantes para contribuir a estas caracterizaciones. A su vez, es un estudio que cuenta con la voz de los pueblos indígenas que se manifiesta en sus reflexiones, recogidas y publicadas a lo largo del estudio, y que busca acoger la interculturalidad de forma completamente inclusiva en cada uno de los apartados, haciendo un balance sobre los derechos colectivos enunciados en los estándares internacionales en materia de derechos humanos y los datos estadísticos que son la base del estudio, aportando evidencia para los procesos de toma de decisiones y diseño e implementación de políticas públicas.
El estudio aborda los temas de derecho a la educación, derecho a la salud, derechos laborales, migración, derechos de las mujeres indígenas, vivienda y desarrollo humano. Por su nivel de análisis estadístico, y el uso de información primaria generada bajo consideraciones técnico-metodológicas con pertinencia étnica, el estudio constituye un paso esencial en la determinación de brechas de bienestar existentes entre las distintas poblaciones que habitan el país.
Los resultados deben considerarse como recursos para desencadenar discusiones que promuevan acciones basadas en evidencia para mejorar el bienestar de todos los pueblos, por medio del diseño de políticas públicas específicas y orientadas a garantizar un desarrollo más incluyente.
Es, finalmente, una contribución que busca guiar en las decisiones para no dejar a nadie atrás y llegar a las poblaciones más rezagadas de Guatemala.