El Día Internacional de la Mujer coincide este año con la reunión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer celebrada en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, que este año se focaliza en el tema prioritario de la eliminación y prevención de todas las formas de violencia contra la mujer.
En todo el mundo, hay millones de mujeres y niñas sometidas a múltiples formas de violencia, entre ellas, la violación sexual, la violencia infligida por un compañero íntimo, la mutilación/corte genital femenino, el matrimonio precoz, y los actos de violencia sexual cometidos durante conflictos armados y crisis humanitarias.
Las mujeres y las niñas que son víctimas de malos tratos pueden sufrir trastornos psicológicos y ser rechazadas por sus familias y sus comunidades, y pueden verse privadas de recibir atención médica y de oportunidades de conseguir una autosuficiencia económica. Además, sufren consecuencias físicas directas. La violencia sexual puede redundar en embarazos no deseados, abortos realizados en malas condiciones, casos de fistula traumática e infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, y cada una de esas consecuencias puede ser fatal. Como miembros de la comunidad mundial, tenemos la obligación de procurar que se ponga fin a esas infracciones a los derechos humanos.
Sobre la base de la labor de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, es preciso que colaboremos para llegar a un consenso acordado internacionalmente que nos acerque más a proteger a las mujeres y las niñas, y mantenerlas libres de violencia y de toda amenaza de violencia. Esta es nuestra oportunidad de lograr efectos positivos en las vidas de millones de mujeres. No podemos permitirnos perder esta oportunidad.