En la actualidad las juventudes tienen mayor escolaridad pero menor acceso al empleo, tienen más información pero menos participación en la toma de decisiones, pueden ser más sanas pero se encuentran amenazadas por el uso masivo de drogas, infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados e inseguridad. El ejercicio de sus derechos humanos está limitado por diversos factores.
Según el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011-2012, Guatemala: ¿un país de oportunidades para la juventud?, el 70% de la población es menor de 30 años y una de cada tres personas es joven (13 a 30 años). Más de 800,000 jóvenes de 13 a 18 años están fuera del sistema educativo. La juventud indígena de 15 a 24 años cuenta con una escolaridad menor a sexto grado de primaria en comparación con el promedio nacional equivalente a primer año de ciclo básico. Los riesgos de embarazo no deseado y de infecciones de transmisión sexual en la primera relación sexual afectan a 8 de cada 10 mujeres, y a cuatro de cada 10 hombres de 15 a 24 años. La probabilidad de que una mujer muera antes de los 30 años es 6% y para un hombre, 12%. La mayoría de población que migra en condiciones irregulares y precarias es joven. 3 de cada 4 jóvenes ocupados trabajan en el sector informal, lejos de un trabajo digno.
Guatemala está dando pasos para mejorar el marco institucional de juventud. Este 12 de agosto, el Gobierno presenta la Política Nacional de Juventud 2012-2020 e instala el Gabinete Específico de Juventud. El Sistema de las Naciones Unidas hace votos porque esta política se implemente efectivamente y se amplíen los espacios de inversión, diálogo y participación de las y los jóvenes en los procesos de toma de decisión en todos los niveles, ministerios y programas de desarrollo del país.
Para contribuir a la generación de análisis y debate en torno al seguimiento de las acciones en el marco de esta Política, el Sistema de las Naciones Unidas promoverá un espacio de encuentro para profundizar en la situación y la necesidad de invertir en el desarrollo de la juventud. La inversión que se haga ahora, marcará el desarrollo de las futuras generaciones.
El Sistema de las Naciones Unidas reconoce la importancia de que la juventud participe activamente en procesos de diálogo permanente para la toma de decisión en las políticas públicas que les afectan. Las personas jóvenes no son beneficiarias pasivas sino asociadas iguales y eficaces en el proceso del desarrollo. Este es el momento propicio para incorporar sus voces y pensamientos de manera relevante en los procesos de toma de decisiones en todos los niveles.