Guatemala, 02 de octubre. - Del 21 de agosto al 19 de septiembre, se llevó a cabo en Izabal el curso introductorio a la formación especializada en educación integral en sexualidad: “Conocer EIS”, diseñado para promover conocimientos, actitudes y habilidades que faciliten una educación con base científica y contextualizada sobre la sexualidad. Este curso estuvo dirigido a funcionarios públicos y representantes de organizaciones sociales de Livingston, Puerto Barrios, Los Amates, Morales y El Estor, y contó con la participación de ocho organizaciones de sociedad civil y 14 instituciones entre oficinas departamentales de Secretaria de Bienestar Social (SBS), la Comisión Presidencial Contra la Discriminación y el Racismo Contra los Pueblos Indígenas en Guatemala (CODISRA) y la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI), así como de las oficinas municipales de la mujer, juventud y desarrollo social de los distintos municipios del departamento. La iniciativa es un esfuerzo conjunto de la Mesa Nacional de Educación Integral en Sexualidad (MENEIS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Este curso forma parte de una estrategia más amplia para reducir el embarazo en adolescentes, especialmente en comunidades afrodescendientes y garífunas. La Oficina Regional para América Latina y el Caribe del UNFPA, junto con sus oficinas en Panamá, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Belice, con el apoyo del Gran Ducado de Luxemburgo, ha puesto en marcha el proyecto "No Dejar a Nadie Atrás". Este proyecto tiene como objetivo empoderar a mujeres y jóvenes para que puedan crear y llevar a cabo un plan de vida que les permita desarrollarse plenamente.
Thanalí Patruyo, Oficial del proyecto "No Dejar a Nadie Atrás" del UNFPA Guatemala, destacó que la educación desempeña un papel fundamental en la reducción de estigmas asociados a la sexualidad, que a menudo impiden que las y los adolescentes puedan ejercer sus derechos sexuales y reproductivos. “Al educar a jóvenes, así como a sus familias, educadores y proveedores de salud, estamos creando un entorno más comprensivo y de apoyo. Esto no solo les permite tomar decisiones informadas y seguras, sino que también fomenta un diálogo abierto sobre temas de sexualidad, vital para su bienestar y desarrollo integral”, afirmó.
Uno de los aspectos centrales abordados durante el proceso de aprendizaje fue la desmitificación de ideas erróneas que generan desinformación en torno a la sexualidad. Se promovieron nuevas narrativas que resaltan la importancia de la educación integral en sexualidad, destacando su papel en la formación de jóvenes empoderados e informados. Además, se facilitaron metodologías y herramientas prácticas para la enseñanza de estos contenidos, permitiendo a los participantes aplicar lo aprendido en sus respectivas comunidades.
El curso tuvo una duración de cinco semanas y se implementó en un formato híbrido, que combinó tres sesiones presenciales con dos virtuales. Este enfoque flexible totalizó 22 horas de aprendizaje, lo que permitió a los participantes adaptarse a sus horarios y necesidades. Las sesiones presenciales fomentaron la interacción y el intercambio de experiencias, mientras que las virtuales ofrecieron la oportunidad de profundizar en temas específicos y acceder a recursos digitales.
Impacto a nivel de comunidad
Como resultado del curso, los participantes crearon insumos valiosos, que incluyen mensajes clave, ideas para actividades y criterios de abordaje de la EIS, que han sido utilizados en ferias temáticas a nivel local organizadas por la mesa departamental del Plan Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes (PLANEA) en conmemoración del Día Internacional de Prevención del Embarazo en Niñas y Adolescentes.
Este enfoque ha permitido enriquecer las ferias y está propiciando un mayor diálogo y conciencia sobre la importancia de la educación integral en sexualidad en la comunidad. Al involucrar a los jóvenes en la creación de estos materiales, se busca asegurar que las iniciativas reflejen sus realidades y necesidades, promoviendo así un entorno más inclusivo y efectivo en la prevención del embarazo adolescente.
Con este proceso de formación, se espera que más jóvenes en estas comunidades tengan acceso a una educación integral en sexualidad, empoderándoles para tomar decisiones informadas y saludables sobre su cuerpo y su vida.